martes, 22 de diciembre de 2009

Chilote/Estudiante





Para nosotros los Chilotes, el hecho de querer seguir una carrera universitaria, significa salir de nuestra tierra, dejarla atrás y poder emprender un nuevo camino.
Es difícil tener que dejar a la familia, amigos y tantos recuerdos que han sido nuestros compañeros a diario. Pero sin duda, lo que más se echa de menos, es la maravillosa vida que se tiene en esta tierra insular, con sus incontrolables días de lluvia, que decoran sin duda, nuestros rostros. Su naturaleza, hermosas casas y parajes.

Es difícil cuando se es apegado a su tierra, cuando uno da todo por ella, aunque debo reconocer, que siento que todos quienes dejamos nuestros pueblos y familias, es porque deseamos que estos surjan de nuestra mano, que nuestros logros sean suyos.

Hay alguien que escribió una tan bella canción que demuestra en pocas palabras, lo que yo quiero decir, es por tal que voy a escribirla aquí, para que quienes lean, vean que no sólo soy yo quien cree que ser estudiante y Chilote a la vez es hermoso, pero triste, cuando es necesario partir...

"Nostalgias de un Estudiante"
QUILALAR

Llego la ocasión, tengo que partir
mirar a delante, solo sonreír
veo mas allá, todo esta normal
y en mi pecho brota un latido fugaz
y esa es la señal, de que piensas en mi,
de que tengo un lugar en tu vida.

Miro para atrás,
y se desvanece mi nación Chilhue,
madre que envejece, pero volveré,
porque te mereces ser santificada por lo que florece
en tu verde de amor, es el cuerpo de Dios,
el que se cobija en tu vientre.

Para que mañana pueda yo vivir,
me iré por un tiempo y tu me esperarás
y cuando yo vuelva podremos jugar
yo con un volantín, tú con un colibrí,
y así untos gozar de la paz.

Si pudiera yo tener el poder,
haría que el mundo, fuera Chiloé
para que los hombres puedan conocer
este árbol de vida de luz y placer,
y me siento pequeño al no merecer
tu mañana ni tu atardecer.

Son tres las razones que me hacen llorar
cuando voy de viaje para la ciudad
una es la familia, la otra es la amistad
que sembré en tu tierra de paz y alegrías
La tercera eres tú, mi palacio insular
donde pienso morir algún día.

Para que mañana pueda yo vivir,
tendrás que tenerme un lugar especial
donde yo te pueda abrazar y adorar
y a mis hijos contar,
lo que has hecho por mí
y entregarles tus mil maravillas.